Volver

citó El deseo según Gilles Deleuze de Maite Larrauri (Filosofía para profanos, #1)

Maite Larrauri, Max: El deseo según Gilles Deleuze (2017, Los libros de fronterad) 5 estrellas

Lo que es difícil no es conseguir lo que uno desea, lo difícil es desear. …

El deseo que discurre por un cuerpo sin órganos es contagioso. A este propósito Deleuze narra una anécdota de su vida: cuando tenía catorce años, era completamente idiota —al decir del propio Deleuze—, hacía la serie de tonterías que otra mucha gente de catorce años hacía, era una nulidad en clase, un estudiante más bien mediocre. Y entonces se produjo un encuentro con un profesor de literatura que estaba loco perdido. Tenía un aspecto alucinado, llevaba los pelos de punta, la cara casi de color azul, bizco. Iban juntos hasta el borde del mar y allí, a voz en grito, el profesor leía a Gide, a Baudelaire (sus pasiones, sus amores). Deleuze dice que se transformó, dejó a partir de ese momento de ser idiota. La enseñanza es un lugar privilegiado de contagio del deseo. (Muchos podemos contar historias similares en las que el encuentro con un profesor ha sido una revelación, ha marcado un antes y un después: de repente hemos entendido, hemos comprendido que el mundo era nuestro, que el mundo nos hablaba, se dirigía a nosotros, que nosotros éramos los interlocutores. Y basta con que un profesor abra la puerta para que todo lo demás pueda suceder, sea cual sea la asignatura que ese profesor imparta.)

El deseo según Gilles Deleuze por , (Filosofía para profanos, #1) (Página 98 - 99)

Que todos nos sintamos “interlocutores del mundo”, esa sí es una igualdad por la que luchar.