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Gilles Deleuze: En medio de Spinoza (Cactus) Sin valoración

En medio de Spinoza reúne las clases dictadas por Gilles Deleuze en torno a la …

Yo sueño con hacer alguna cosa sobre la sensibilidad filosófica. Es así que encontrarán los autores que cada uno amará. No estoy diciéndoles que sean spinozistas, porque me importa un bledo. Lo que no importa un bledo es que ustedes encuentren lo que les hace falta, que cada uno de ustedes encuentre los autores que les hacen falta, es decir, los autores que tienen algo para decirles y a quienes ustedes tienen algo que decirles. Lo que a mí me atormenta en filosofía es esa elección.

Es igual que cuando se habla de una sensibilidad artística, por ejemplo de una sensibilidad musical. La sensibilidad musical no es indiferenciada, no consiste solamente en decir: «Amo la música». Quiere decir también que extrañamente, en cosas que yo mismo no comprendo, tengo algo que ver particularmente con tal: «Ah, para mí, es Mozart. Mozart me dice algo». Es curioso eso. En filosofía es lo mismo. Hay una sensibilidad filosófica. (…)

¿Qué relación hay entre la sensibilidad a secas y la sensibilidad filosófica? ¿Qué relación hay también entre la sensibilidad a secas y la sensibilidad musical? Cuando alguien me dice por ejemplo: «Ah, en música yo pongo a Mozart por encima de todo.» (…) Pero ¿qué es lo que vibra tanto con Mozart en su sensibilidad? Y eso se diferencia extremadamente: «Tal momento de Mozart por encima de todos sus otros momentos. ¡Ah!, esos pequeños timales... ¡eso es la música!».

En filosofía es parecido. Ser spinozista no es en absoluto saber la doctrina de Spinoza. Es haber tenido ese sentimiento, haber vibrado en ciertos textos de Spinoza diciendo: «¡Ah!, sí, no puede decirse nada más». La filosofía forma parte de la literatura y del arte en general, da exactamente las mismas emociones.

En medio de Spinoza por  (Clases, #1) (Página 170 - 172)

La cita sigue, unos párrafos más abajo: «Si frente a Spinoza tienen la más mínima emoción, tengo la impresión de que es en función de que en vuestra sensibilidad hay algo, aun si no lo reflexionan, que les hace decirse: “No, yo no vivo como un ser.” (…) Yo definiría la sensibilidad spinozista como una sensibilidad tal que me vivo como una manera de ser.»

Esta idea es algo que nos resuena o no nos resuena. Pienso que el sentirse así —no un ser, sino una manera de ser— pueda ser el recíproco de entender el amor como algo relacional.