El Reino by Emmanuel Carrère
En las páginas de El Reino se entrecruzan dos tramas, dos tiempos: la propia vivencia del autor, que abraza la …
Publico más citas que reseñas.
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En las páginas de El Reino se entrecruzan dos tramas, dos tiempos: la propia vivencia del autor, que abraza la …
En las páginas de El Reino se entrecruzan dos tramas, dos tiempos: la propia vivencia del autor, que abraza la …
Si no recuerdo mal, llegué a Ginzburg vÃa Vivian Gornick; pero no he conseguido conectar con los ensayos de Natalia como lo hago con los de Vivian. No obstante, me parece algo de mi momento actual, coyuntural, y este libro —o quizás su novela Léxico familiar— regresará a mis ojos más adelante.
Entre los lechoncitos acabados de nacer aparecÃa de vez en cuando alguno que otro más débil que inevitablemente sufrirÃa con el frÃo de la noche, sobre todo si era invierno, y podrÃa serle fatal. Sin embargo, que yo sepa, ninguno de esos animales murió. Todas las noches, mi abuelo y mi abuela iban a las pocilgas a buscar los tres o cuatro lechones más débiles, les limpiaban las patas y los acostaban en su propia cama. Ahà dormirÃan juntos, las mismas mantas y las mismas sábanas que cubrÃan a los humanos cubrirÃan también a los animales, mi abuela a un lado de la cama, mi abuelo en el otro, y, entre ellos, tres o cuatro cochinillos que ciertamente creerÃan que estaban en el reino de los cielos…
José Saramago recuerda su existencia desde los cuatro a los quince años; pero no lo hace desde el punto de …
Poco a poco va saliendo del reader’s block este lector.
Dejo una cita más, de este libro (las negritas del final son mÃas): «¿Cuál es el libro que merece la pena ser leÃdo y cuál no? Ésta es una cuestión que no tiene respuesta. Cada uno recurre a lo que le gusta, y cada uno establece su criterio, que se irá modificando según evolucione su formación, si es que dedica tiempo y esfuerzo a esta actividad, que es también una actividad creadora.»
Ésta es, a mi juicio, la pregunta, ¿qué es el libro? Pues el libro es un lugar donde vamos a encontrar, sobre todo, una sensibilidad. Vamos a encontrar una visión de la vida, una percepción de lo que es nuestro destino —vivir—, de nuestra relación con los demás, la explicación de un sentimiento, o el enunciado de una teorÃa que pasa por la sensibilidad y la formación del autor y que será recibida de distinta manera por cada lector. Vamos a encontrar eso y algo más.
Al contrario de lo que se cree, la primera lectura de un libro no lo agota. Una de las equivocaciones más graves en las que podemos incurrir es decir, «Ya lo he leÃdo, ya está». Pero ¿cómo que ya está? ¿Cómo que ya lo he leÃdo? Esto es lo mismo que entrar en una casa, pasar de una habitación a otra, salir luego por la puerta y decir, «Ya conozco esta casa». No, se necesita vivir en ella, por lo menos pasar más tiempo dentro de su espacio para descubrir los detalles que le confieren singularidad. Un libro es igual que una casa, nueva en cada mirada, un libro es un continente.
Si esta es la primera novela de Emily Ruskovich estamos sin duda ante una escritora que promete, y mucho, dada la madurez de estilo de esta obra. Con un estilo con tintes poéticos y a través de una estructura no lineal en la que se suceden distintas voces y puntos de vista, al lector no le queda otra que esforzarse para conectar con la historia que propone Emily. El argumento gira en torno a un hecho terrible, inimaginable, cargado de violencia y horror, que en realidad no deja de ser un enorme macguffin para reflexionar sobre la resiliencia. Por un lado, la de aquellos que han cometido un acto terrible e imperdonable en el pasado y cargan con ese peso todo el resto de su vida. Por otro, la de aquellos que viven con la certeza de estar condenados a la degeneración y desaparición prematura. Resiliencia, al fin y al …
Si esta es la primera novela de Emily Ruskovich estamos sin duda ante una escritora que promete, y mucho, dada la madurez de estilo de esta obra. Con un estilo con tintes poéticos y a través de una estructura no lineal en la que se suceden distintas voces y puntos de vista, al lector no le queda otra que esforzarse para conectar con la historia que propone Emily. El argumento gira en torno a un hecho terrible, inimaginable, cargado de violencia y horror, que en realidad no deja de ser un enorme macguffin para reflexionar sobre la resiliencia. Por un lado, la de aquellos que han cometido un acto terrible e imperdonable en el pasado y cargan con ese peso todo el resto de su vida. Por otro, la de aquellos que viven con la certeza de estar condenados a la degeneración y desaparición prematura. Resiliencia, al fin y al cabo, ante el pasado y el futuro. La he disfrutado (si es que puede disfrutarse una historia de esta dureza) y, sin duda, seguiré atenta la evolución de esta escritora.
Si algo me gusta como lector es llegar a nuevos mundos, nuevas voces, nuevos temas. Pues bien, creo que este montoncito gozoso de relatos cumple con todo eso. Es catalizador de la sorpresa, alimenta la curiosidad, nos trae un buen ramo de flores extrañas de las que hablar, desde las que reflexionar y sentir. No dirÃa que el libro es de terror puro, pero hay mucho de literatura de ese género en estos relatos, quizás desde un enfoque más relacionado con lo que nos inquieta de la realidad, lo que nos causa eso que es marca de nuestro tiempo: puritita ansiedad anticipatoria. AnsÃa por lo que se nos viene encima, por cómo reaccionará la naturaleza ante esos monos endiosados y cómo, probablemente, se volverá en nuestra contra y nos devorará. También destaca en estos relatos la fina aguja de la autora para hilvanar lo secreto y hacerlo visible; sobre todo …
Si algo me gusta como lector es llegar a nuevos mundos, nuevas voces, nuevos temas. Pues bien, creo que este montoncito gozoso de relatos cumple con todo eso. Es catalizador de la sorpresa, alimenta la curiosidad, nos trae un buen ramo de flores extrañas de las que hablar, desde las que reflexionar y sentir. No dirÃa que el libro es de terror puro, pero hay mucho de literatura de ese género en estos relatos, quizás desde un enfoque más relacionado con lo que nos inquieta de la realidad, lo que nos causa eso que es marca de nuestro tiempo: puritita ansiedad anticipatoria. AnsÃa por lo que se nos viene encima, por cómo reaccionará la naturaleza ante esos monos endiosados y cómo, probablemente, se volverá en nuestra contra y nos devorará. También destaca en estos relatos la fina aguja de la autora para hilvanar lo secreto y hacerlo visible; sobre todo en todo lo relacionado con las juntiñas humanas, con los tabúes sociales y lo que no solemos decir por vergüenza o por considerarlo demasiado raro para que nadie lo pueda entender o soportar sin cortarnos a rodajas. Kathryn Harlan nos regala ocho relatos que son muy variados. Dije arriba que habitaba en ellos un terror particular, pero también hay fantasÃa oscura (atentos al relato ‘Violinista, pareja de locos’), bizarrismo realimaginativo, vaya normbressito que me acabo de sacar del refajo (sirva de ejemplo ‘¿Eres tú?, que por momentos me recordó en gordo al más volado Cortázar), ecocanguelo por un tubo, brujerÃa metÃa en lo cotidiano… En fin, un poco de muchas cosas de las que nos gustan a los que le tiramos con frecuencia a lo extraño, lo raro y lo que camina por la sombra y lo viscoso. Termino nombrando mi relato preferido, por seco, directo a las heridas sin cerrar, y por mostrar como los mitos nos pueden volver un poco tarumbones, se trata de ‘Dar caza al Rey VÃbora’, una delicatesen que me he releÃdo incluso antes de colgar esta mininota sobre esta obra que os recomiendo con la fuerza de los mares.
Me ha gustado mucho el tema de esta novela. Trata sobre la identidad racial, la inmovilidad o elasticidad del concepto raza ("race" en el libro, ya que la palabra anglosajona tiene otros matices) y la legitimidad de quien enarbola la identidad racializada como propia. El tema no me pilla de nuevas porque he vivido en twitter durante muchos años, he seguido a peña activista de esto, y el libro tiene una estructura muy de twitter: da muchas vueltas en cÃrculos sobre los temas que trata, es fragmentario, vamos conociendo el contexto de lo que se cuenta a medida que nos adentramos en la novela (y además incluye tuits de les personajes), pero igualmente me ha parecido muy interesante y me ha hecho reflexionar. Ahora bien, como novela no me ha encandilado. La voz de la protagonista me gusta, pero la historia entra en bucle a partir de la página 80 …
Me ha gustado mucho el tema de esta novela. Trata sobre la identidad racial, la inmovilidad o elasticidad del concepto raza ("race" en el libro, ya que la palabra anglosajona tiene otros matices) y la legitimidad de quien enarbola la identidad racializada como propia. El tema no me pilla de nuevas porque he vivido en twitter durante muchos años, he seguido a peña activista de esto, y el libro tiene una estructura muy de twitter: da muchas vueltas en cÃrculos sobre los temas que trata, es fragmentario, vamos conociendo el contexto de lo que se cuenta a medida que nos adentramos en la novela (y además incluye tuits de les personajes), pero igualmente me ha parecido muy interesante y me ha hecho reflexionar. Ahora bien, como novela no me ha encandilado. La voz de la protagonista me gusta, pero la historia entra en bucle a partir de la página 80 y me ha dejado con la sensación de no avanzar hasta casi el final, con un plot twist que no me ha entrado demasiado bien. Supongo que si hubiese vivido como persona racializada o hubiese visto de más cerca los problemas asociados a la identidad en ese sentido hubiera conectado más, ya que no parece escrito con ánimo pedagógico sino como expresión del tipo «quien entienda lo entenderá». Quizás el problema ha sido que lo empecé con muchas expectativas, una vez más :')
@haciaelabismo@lectura.social Maravilloso. Aún no llegué a La escala de los mapas yo, pero puedo decir que ella me parecen fantásticos La conquista del aire y, sobre todo, Lo real.